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Carlos Castro, el talentoso lateral izquierdo de Costa Rica que tuvo éxito gracias a sus abuelos

Recordar a Carlos Castro, ex lateral izquierdo de Alajuelense y mundialista con la Selección de Costa Rica, es equivalente a un futbolista veloz y con buenas aptitudes que aún siguen grabadas en la retina de los aficionados al fútbol.

Castro tuvo una brillante carrera como futbolista, las condiciones que llegó a tener en su posición fueron inigualables, pero detrás de ese resplandeciente talento, le ha confesado a ESPN que todo se debe a sus abuelos, quienes fueron los encargados de velar por él desde sus primeros 40 días de nacido.

"Mis abuelitos fueron los que me criaron desde mis primeros 40 días de nacido, ellos se encargaron de velar por mí y me impulsaron a que persiguiera mi sueño de ser futbolista. Siempre tuve el apoyo de 'mi viejo' (su abuelo), él fue mi mentor en todo esto. Ellos se esforzaron para darme lo que necesitaba y poco a poco fuimos saliendo adelante hasta los 16 años que viví con ellos", contó Castro.

Oriundo del Cacao en Alajuela, no pudo completar su formación académica, pero su esfuerzo y amor por el fútbol le permitieron llegar al equipo de sus amores en 1985, donde pasó por diferentes procesos hasta que en 1997 debutó en primera división, a pesar de tener complicaciones económicas que muchas veces fueron su adversidad.

"Yo llegué hasta tercer año de secundaria porque toda mi vida ha estado inmersa al fútbol. En 1985 ingresé a Alajuelense, poco a poco fui quemando etapas, algunas cosas eran complicadas por la situación del dinero, los traslados y las condiciones en las que vivía. Logré perseverar y 1997 cumplí mi sueño de debutar con mi equipo de infancia, en casa y ganando", recordó.

Castro es muy recordado por esas buenas aptitudes que tenía como lateral izquierdo, ante eso, desveló que desde sus inicios es una posición que le gustaba mucho y tuvo dos mentores que se encargaron de brindarle las bases necesarias para mejorar su técnica.

"Me gustaba jugar en esa posición, siempre pegado a la línea, me sentía bastante cómodo jugando en espacios reducidos. Debía tener bastante control porque el margen de error tiene que ser muy poco. Me acuerdo de que cuando empecé tuve compañeros muy buenos, como Austin Berry y Sandro Alfaro. Nos quedábamos entrenando y mejorando detalles, ellos tenían esa iniciativa y fui mejorando bastante la técnica gracias a ellos", explicó.

Poco a poco su talento se fue dando a conocer y después de su participación con la "Sele" en el Mundial de Corea y Japón 2002, recibió una oferta desde Rusia para militar con el Rubin Kazán, no obstante su experiencia tuvo un sabor agridulce por múltiples factores que propiciaron su regreso al país.

"La experiencia en Rusia fue agridulce porque llegué con buenas condiciones, pero no tuve tantas oportunidades y jugué muy poco. Seguro no fui lo que esperaba el técnico. Apenas tenía 23 años entonces también fue duro porque estaba solo, el clima es bastante pesado y el idioma no lo manejaba", confesó Castro a ESPN.

En cuanto a su experiencia portando la camiseta patria, Castro la cataloga como "un orgullo" porque desde niño siempre se visualizó representando al país, sin embargo, para ir a los entrenamientos tenía que tomar tres buses y llegar tarde a su hogar. Eso no fue un obstáculo y al tiempo se convirtió en el primer jugador tico en disputar tres mundiales de distintas categorías.

"Cuando iba a entrenar con la Selección tenía que tomar tres buses desde mi casa y caminar al viejo Estadio Nacional, entrenábamos doble y llegaba tarde a mi casa. Pero me siento contento, fui el primer jugador de Costa Rica en haber jugado en tres mundiales diferentes (Sub-17 Ecuador 1995, Sub-20 Malasia 1997 y Corea y Japón 2002). Fue un orgullo representar al país, haber alcanzado grandes cosas con el equipo patrio son cosas que a uno lo marcan", opinó.

A sus 41 años, este reconocido ex lateral tico se graduó en diciembre del año pasado como entrenador y ya porta la licencia A. Sigue vinculado a Alajuelense, pero esta vez trabajando en ligas menores y es asistente en el equipo femenino, también es panelista en un programa televisivo y luchará por su sueño de llegar a dirigir un club, ya sea nacional o en el extranjero.

Entre los equipos en los que Carlos Castro llegó a tener participación figuran: Alajuelense (1997-2003, 2004-2006, 2008-2010), Rubin Kazan, Rusia (2003-2004), FK Haugesund, Noruega (2007), Puntarenas FC (2010), Brujas FC (2010), UE Extremenya (Andorra), Herediano (2011) y su retirada fue en Carmelita (2012-2014).